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Las ramas tiritan. Las tiesas ramas crepitan.

domingo, 4 de diciembre de 2011

“M’hijo, el dotor”: Composición del drama rural

 

Por Rodrigo N. Villalba Rojas

El Taller de teatro de Los Gregorianos estrenó recientemente la emblemática obra “M’hijo el dotor”, de Florencio Sánchez, en una puesta afectada de realismo y una atmósfera entre lo urbano y rural cercana a los inicios del siglo XX, bajo la dirección de Lázaro Mareco. La historia retrata con agilidad las tensiones vigentes hasta nuestros días entre las costumbres tradicionales de nuestros mayores, frente a la pérdida de valores de las nuevas generaciones. En ese clima discordante, será el destino de la joven ahijada el último e infeliz motivo de fractura en la relación de padre e hijo.

El texto de Florencio Sánchez fue respetado en gran medida, aunque la mano del director aporta una secuencia interesante para completar el escenario: las sombras chinescas, que representan el ambiente exterior a la estancia, imprimen un tono diferente a la acción. Cuando Jesusa (Mariela Toledo), la protagonista, sale a buscar un tordo extraviado, es la luz posterior de escena la que nos devuelve su silueta contra una pantalla de lienzo, y en una película de sombras, como un pecado, vemos el acoso de Julio (Hugo Cabrera) a la chica.

Las luces, a su turno, aportan lo justo y necesario para crear espacios de comunicación o de reflexión de los personajes, lo sombrío, lo místico popular, y lo cotidiano en diferentes momentos. Los objetos escénicos crean el lugar con la sencillez de la referencia inmediata propia del realismo, y dejan el resto del escenario a la interacción lumínica.

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Los intérpretes hacen ver el empeño por desenvolverse satisfactoriamente. Sobresale especialmente el motivo de la tríada formada por Jesusa, Don Olegario (Tomás Caballero) y Doña Mariquita (Ida Pilone). El martirio de Jesusa se roba el papel protagónico, como sabemos, traicionando al título; mientras el personaje encarnado por Caballero con notable naturalidad, se corresponde con el de Ida Pilone, en justo rol dramático, a pesar de que subsisten en la actriz algunos tics capturados de otros papeles anteriores.

La interpretación resulta algo más ríspida en las figuras masculinas de Julio y Don Eloy (Julio Meza), tanto más cuanto mayor es su importancia en el desarrollo del drama. Los jóvenes actores, se nota, aún se hallan en proceso de composición de sus papeles, trabajando en la búsqueda de la interpretación natural, donde no se evidencie, como aquí asomaba por momentos, cierta dificultad en conjugar el cuerpo y la voz, cierta tendencia a la rigidez de lo sobreactuado. Así, las actrices lograron mayor naturalidad y varios roles menos efímeros, incluida la Mamá Rita, curandera de Laura Duré que se gana su lugar frente al público.

Por lo demás, la reflexión constante sobre el desenvolvimiento escénico, siempre favoreció a los actores para llegar a buen puerto, y esa labor se hace evidente en la composición viva del drama.

FICHA TÉCNICA:

Obra: “M’hijo el dotor”
Autor: Florencio Sánchez
DIRECCION: Lázaro Mareco

Grupo Taller de teatro de Los Gregorianos

ELENCO: Ida Pilone, Mariela Toledo, Laura Saavedra, Elvira Insfrán, Laura Duré, Tomás Caballero, Hugo Cabrera, Julio Meza, Facundo Navarro.
Estrenado el 05/11/2011

Sala: Los Gregorianos (Ayacucho 171)